10 dic 2014

La cita de los Premios Nobel



Me atrevería a decir que diciembre es el mes grande de los suecos. No se me ocurre otro que acumule tantos eventos y fiestas importantes. Adviento, Santa Lucía, Navidad y lo que hoy me trae por aquí, la entrega de los Premios Nobel (Nobelpriset). Aunque suene a un evento más bien académico, aquí se vive también como un acontecimiento social. La televisión nacional retransmite la gala en directo, se habla sobre los vestidos de gala que pasan por la alfombra roja, se hacen reportajes sobre la preparación de la cena de gala, se opina sobre el menú y, por supuesto, se cotillea sobre la familia real sueca. Así que el día 10 de diciembre es un día grande aquí.

Mientras escribo esto lo estoy siguiendo por televisión, aunque debería estar corrigiendo exámenes :S. Están comentando las joyas que lucen las mujeres de la familia real. Por un día se ha dejado de lado la política, porque en los últimos días este es el monotema. Al gobierno le ha salido cara la minoría y finalmente se han convocado nuevas elecciones para marzo. Y esta situación no tiene precedentes en Suecia y hace que hasta los suecos, poco dados a hablar de política, se animen a comentar la situación durante el fika. Pero bueno, voy a volver a los Nobel. La ceremonia se celebra en el Konserthuset de Estocolmo. y es el rey el que hace entrega de los mismos. A excepción del Premio Nobel de la Paz (fredpriset), que se entrega en la vecina Oslo.


Yo no soy experta en estos premios, ni mucho menos, pero éste último me ha parecido especialmente interesante este año porque se lo han concedido a Malala Yousafzai, la joven paquístani de 17 años que utilizó la educación para desafiar a los talibanes. Lo comparte con Kailash Satvarthi, un activista indio con una larga trayectoria luchando por los derechos de los niños. El resto, como me pasa cada año, me son totalmente desconocidos. Salvo de el literatura, que este año ha sido para el francés Patrick Modiano, ¡Por fin se lo dan a alguien que he leído!

Poco se podía imaginar el sueco Alfred Nobel que más de un siglo después, su legado seguiría dando que hablar a nivel internacional. El que fuera inventor de la dinamita dejó estipulado en su testamento que quería dedicar su dinero a premiar a los físicos, químicos, médicos, etc que realizaran algún descubrimiento relevante para la Humanidad. Algunos dicen que así aplacó su mala conciencia por su aportación a la industria armamentística. La primera vez que se entregaron los premios fue en un ya bastante lejano 1901.


Y me despido -cómo no- con un cotilleo :P. La ceremonia de este año ha sido el debút oficial de la pareja del príncipe Carlos Felipe de Suecia, Sofia Hellqvist. Una relación un tanto polémica porque la chica es una modelo que además ha participado en un reality de televisión llamado Paradis hotel. A pesar de todo, la pareja ha anunciado su boda para el verano y ya se deja ver en los grandes eventos oficiales. 

2 comentarios:

  1. Hmm, no sé tu, pero a mi siempre me decepciona ver al príncipe...Es que yo me lo imaginaba así todo vikingo rubio de dos metros...pero no :( jajaja Contrólate Lauri, Contrólate...

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    1. jajaja... yo creo que, en general, príncipes y reyes están sobrevalorados ;P. Y el sueco salió desde luego poco vikingo... Pero bueno. con la familia real que tenemos en España, no estamos en situación de criticar a otros, así que no haré comentarios jejeje..

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